El pueblo de Burgos promueve la cultura escandinava mediante una conexión histórica
Nos remontamos al año 1257, cuando la historia de la Princesa Kristina comenzó a tejerse. Alfonso X el Sabio buscaba expandir sus fronteras, y por ello invitó al rey noruego Haakon Haakonsson para casar a su hija Kristina con uno de sus hermanos. Aceptando la petición, se celebró la boda de Kristina y don Felipe, pero su felicidad fue efímera, ya que la joven princesa falleció a los 28 años en Sevilla, tras cuatro años de matrimonio.
Cómo llegó su cuerpo a Covarrubias todavía sigue siendo un misterio. En 1958, se descubrió un sepulcro en la colegiata del lugar, donde albergaba un esqueleto inusual para los estándares castellanos. Con características que coincidían con las de la princesa, se especuló que podría ser el cuerpo de la infanta Kristina, aunque carecía de evidencia científica.
Hace 12 años, Oyvind Fossan, presidente de la Fundación Kristina de Noruega, llegó a Covarrubias con la misión de fortalecer los lazos entre Noruega y la localidad española. La fundación busca promover la relación entre ambas regiones y se enorgullece de que su iniciativa fuese tan bien recibida en la localidad.
La herencia vikinga se ha entrelazado con la comunidad. La familia ha aportado elementos noruegos y ha fomentado la cultura escandinava en Covarrubias. Con conciertos de música escandinava y una creciente afición por la improvisación de cánticos nórdicos, la comunidad se sumerge en la rica tradición.
Juancho Jorge, líder de la hermandad, contribuyó a la construcción de la ermita en honor a San Olav. Esta estructura que combina acero y madera, ha servido como escenario para bodas de estilo vikingo y recreaciones de rituales nórdicos.
Un grupo de visitantes se sumerge en las batallas y leyendas a través de diversas representaciones visuales, como imágenes de Olav, cuadros de Kristina y maquetas de barcos vikingos. Jorge lamenta que en Noruega no lleguen tantos turistas potenciales y resalta la necesidad e importancia de fomentar la presencia de autobuses llenos de turistas noruegos en Covarrubias. Recientemente, se llevó a cabo una romería en honor a San Olav, uniendo las culturas de España y Noruega. La ceremonia incluyó una misa, una paella y actividades como un campeonato de parchís y un recital de poesía nórdica, marcando un vínculo perdurable entre estas dos civilizaciones distantes en el tiempo y el espacio.
Para más información: El gancho vikingo de Burgos: la leyenda de la princesa Kristina une a Noruega con Covarrubias